miércoles, 24 de diciembre de 2008

Hace más de una década


Estoy aprendiendo a utilizar el mini ordenador que ha sido mi capricho para estas navidades. Cada vez estoy más contento de habérmelo comprado. Recuerdo cuando utilicé un ordenador por primera vez para escribir. Dios, qué sensación más rara y estupenda. Fue cuando comencé a escribir mi primera novela, la única hasta el momento. Todo lo que me ha pasado en mi vida desde entonces tiene que ver con la no publicación de esa novela, con todo lo que ello supuso para mi ego y todo lo que he hecho para intentar recomponerlo o para comprender que hay otras cosas más importantes que dicha reconstrucción, porque en realidad si se rompió fue porque era tan grande como frágil, o bien porque creció teniendo en cuenta parámetros falsos, como la fatuidad de querer ser publicado a toda costa. Ahora uno se puede publicar a sí mismo y, aunque no te lea mucha gente, al menos tienes la sensación de no soledad ya que potencialmente estás al alcance de cualquiera.