miércoles, 7 de abril de 2010

Deambulando en bici por los alrededores de Almansa otra vez

Hacía tiempo que no salía en bici por los alrededores de esta pequeña ciudad fronteriza. El viento que soplaba en mi contra conforme me alejaba unos cinco kilómetros al norte en falso llano ascendente me han hecho acordarme de la ascensión al Tourmalet. Supongo que la falta de fondo ciclista tampoco ha ayudado a combatirlo. Al llegar a un pantano que no veía desde hacía un lustro me di cuenta de que era la primera vez que lo hacía desde su último dragado y limpieza. Me posé al filo del mismo y me imaginé, que de repente, venía una alud de agua frente al cual poco podría hacer. Me acordé de la cuarta parte del poema de T.S. Eliot The Wasteland, ese que se titula “Death by Water”.

Phlebas the Phoenician, a fortnight dead,
Forgot the cry of gulls, and the deep sea swell
And the profit and loss.
A current under sea
Picked his bones whispers. As he rose and fell
He passed the stages of his age and youth
Entering the whirlpool.
Gentile or Jew
O you who turn the whell and look to windward,
Consider Phlebas, who was once handsome and tall as you.

Miré el cronómetro que recientemente compré en Decathlon para consultar las pulsaciones y decidí, ya con el viento a favor, que era hora de volver a casa.

Nota sobre el tal Phlebas: es un nombre griego que TS Eliot directamente se inventó, tal y como también hacía Borges en muchas narraciones. Lo que ocurre es que tanto uno como el otro te introducen esos nombres que tanta solemnidad que te crees que hay un engarce histórico o literario que se te escapa.

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