Si fuera fotógrafo, una de mis primeras exposiciones iría en torno al tema del tren. Cuando iba a la guardería, solía pasar un tren que, pocos meses después, desaparecería para siempre. Hoy en día esa línea se ha convertido en una de las muchas vías verdes que hay en nuestro país y que pretenden aprovechar el antiguo tendido ferroviario que RENFE un mal día decidió abandonar. Esa imagen, no ya del tren pasando, sino de nosotros saludando desde la verja se ha convertido en una de las recurrencias más frecuentes en mi retina cuando recuerdo esos primeros años.
La primera vez, en realidad, que monté en tren fue para ir (qué casualidad) a Águilas, precisamente en un servicio especial que sacó el por aquel entonces Ministerio de Educación para promover el uso de un transporte que estaba siendo desmantelado entre los escolares.
En Inglaterra, locomotora de la modernidad industrial y cuna del transporte a raíles, me di cuenta de las potencialidades románticas de un viaje en tren, bien acompañado de un libro y una buena ventana que te da acceso casi directo a los valles verdes por los que pasas. Hace ya mucho tiempo que no cruzo los páramos de Yorkshire como en esos años locos de casi primera juventud. Tendré que ir pensando en hacer una pequeña excursión para revivirlos y actualizarlos.
Sin embargo, lo que me dejó para siempre enamorado de este medio de transporte fue el hecho de que los amantes que, a mis veinte años, me echaba vivían siempre en algún lugar de la escasa red de cercanías de la regíon de Murcia. Así, hubo más de tres años en los que cogía el tren incesantemente para ir a Elche, Totana y Alhama. El surcar la huerta en un casi desvencijado vagón, más propio de la posguerra mundial, para llegar a los brazos de un amante sirvió de revulsivo para que el tren estuviera siempre en un lugar privilegiado de mi escaparate erótico.
Últimamente, me ha dado por sacar fotos de trenes, estén estos en Chicago, Madrid, Missouri o Almansa. Supongo que esa reflexión (podría ser incluso regresión) sobre el tren es mucho que una reflexión sobre la vida pasada, e intenta incluir aquellos trayectos cuyas estaciones aún no conocemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario