martes, 26 de marzo de 2002

Federico García Lorca: Poemas del Amor Oscuro y Oda a Walt Whitman.

Sin duda alguna es la figura literaria más reconocida fuera de nuestro país, al nivel de apropiación homosexual y posiblemente también a otros niveles más “generales”. Sin embargo, Federico no escribió apenas poemas en que recreara una visión “moderna” de la homosexualidad. Lo máximo a lo que llegó fue a la composición de los llamados poemas del amor oscuro, en los que el adresée parece ser un hombre más que una mujer y en los que refleja ciertos matices de un amor oscuro por cuanto diferente. Para ello evita el uso de cualquier tipo de referencia pronominal que especifique un género u otro. Por otra parte, el texto más significativo de la homoeroticidad lorquiana es, sin duda alguna, su Oda a Walt Whitman, recopilada en notorias antologías como el Penguin Book of Homosexual Verse de Stephen Cootes o Antología de la Literatura Erótica de Gregorio Morales, quien erróneamente asevera que el poeta repudia a los maricas, a los que explícitamente hace alusión en su poema. No es que Federico rechace a los homosexuales en general, pues él era uno de ellos. Lo que en realidad hace en algunas estrofas de su oda es descalificar lo que hoy en día podríamos llamar outing o apropiación indebida, pues incluso en los años veinte se desataban histerias por desenmascarar a quien voluntariamente optaba por llevar una vida personal en el armario, como fue el caso del poeta de Long Island. En otro orden de cosas, Lorca expresa su profunda admiración hacia quien debió ser para el de Fuentevaqueros una auténtica inspiración. Admira todo lo que para Lorca en Whitman era sensualidad y naturaleza en perfecta conjunción, en contraposición con lo que él debió de considerar como la corrupción de ese deseo original, que se sitúa en las ciudades (y más concretamente en Nueva York) y en las tabernas que los maricas frecuentaban.

No hay comentarios: